martes, 20 de octubre de 2009

CAPITULO III

De regreso a casa no pude resistir la curiosidad, me estacione en un centro comercial y saque el mensaje de mi bolsillo, antes de abrirlo voltee hacia todos lados para asegurarme que nadie me hubiera seguido y me estuviera espiando, luego solté una carcajada ahogada y pensé “demasiados libros de misterio, me estoy volviendo paranoico” por un momento me había sentido dentro de uno de mis libros, me sentía el “Maestro de simbología” del Código Da Vinci o como la Señorita Marple de Agatha Christie.




El teléfono en medio de la cama me tenia muy intrigado, hasta pensé en volver al hotel solo para verlo nuevamente, trate de recordar algún detalle pero nada no lo entendía.



Más relajado abrí el papel y el mensaje que tenía me devolvió al interior de mis libros.



Hola amigo:



Veo que no llegaste antes de mi partida pero no importa, necesito de tu ayuda, por el momento necesito regresar a la ciudad de México pero volveré antes de un mes y necesito que estés listo para realizar un viaje a Centroamérica conmigo, por el dinero no te preocupes yo pago todos los gastos, ya no trates de buscarme en cuanto regrese yo me comunicare contigo, solo ten listo tu pasaporte y prepárate para vivir la aventura de tu vida.



Al reverso de este papel esta un número de teléfono en caso de que no regrese antes de un mes llama a este número y recibirás instrucciones.



Nos vemos entonces y recuerda “la aventura de tu vida”



Nota: lo del teléfono en medio de la cama fue solo una broma, tú sabes para darle un toque de misterio a tu visita, seguro estuviste devanándote los sesos tratando de encontrar un significado JAJAJA



Paso el mes y no tenia noticias de Quetza, así que tome mi celular dispuesto a llamar al numero al reverso del mensaje, pero iniciaba con una clave de larga distancia que no conocía así que decidí marcar desde una caseta telefónica, Salí de mi casa recordaba que a dos cuadras de mi casa estaba una caseta así que fui caminando.



Al llegar a la caseta la señorita que me atendió se sorprendió por la clave con que iniciaba el numero telefónico, nunca he marcado esta clave me dijo “permítame ver de donde es para darle las tarifas” tomo un folleto que tenia bajo el mostrador y tras una breve búsqueda tomo el teléfono y pregunto al interlocutor por la clave, al colgar me dijo la clave lada es de Egipto y la llamada le costara veinte pesos el minuto ya que es una comunidad muy alejada y el servicio allí es muy caro.



¡EGIPTO! repetí que demonios hace Quetza en Egipto no cabe duda que mi amigo esta un poco loco, que digo un poco mas bien un mucho loco. Esta bien señorita comuníqueme.



El sonido del teléfono llamando era muy distinto al que estamos acostumbrados a escuchar por aquí, sonó un par de veces me dio tiempo para recordar que yo no se una sola palabra de egipcio, que carajos iba a decir si me contestaban en este idioma, en ese momento contestaron, me preocupe en vano, el hombre que me contesto hablaba perfectamente el español, pero lo que dijo me dejo atónito “buenas tardes Sr. Monroy, su paquete fue enviado y puede recogerlo en el aeropuerto Abraham González, el numero del envío es el…..”de seguro 321 pensé” el numero que usted solicito repetido tres veces, la empresa de paquetería cedió a identificarlo con ese numero y marcarlo en letras color plateado, claro el costo del envío se elevo pero usted dijo que el costo no importaba, al decir esto colgó, “hola, hola” nadie contesto, tan solo el "tu tu tu tu" del la línea cuando se corta la comunicación, el hombre no me dio tiempo de decirle que yo no era el Sr. Monroy, así que le pedí a la Srta. De la caseta que me volviera a comunicar.



Después de cerca de diez intentos la señorita me dijo “es inútil” Sr. Nadie contesta parece que la persona con la que hablo ya no se encuentra.



Al salir de la caseta me di cuenta de que estaba muy nervioso, un poco por las eventos misteriosos de los últimos días y un mucho por mi amigo Quetza, si no había regresado antes de un mes como lo había prometido era posible que le hubiera sucedido algo o estaba en problemas muy serios.



Regrese a mi casa, tome mi auto y me enfile hacia el aeropuerto de la ciudad, “espero que sea el aeropuerto local al que se refería el hombre de Egipto “Abraham Gonzalez” así se llama el aeropuerto, espero que no se refiera a otro con el mismo nombre en algún lugar de México.



Al llegar al aeropuerto supe de inmediato que si era el indicado, justo frente a la entrada principal estaba un auto con alas placas “SEP-0321”. No puede ser otra coincidencia o ¿un nuevo mensaje? No no no esto tiene que ser planeado no puede ser coincidencia fortuita, me acerqué al vehiculo pero no había nadie en el interior, pregunte al guardia de la puerta por el conductor y me dijo que acababa de entrar, corriendo y que prometió salir en menos de un minuto.



Quise dejar de pensar en el auto y entre al aeropuerto, pregunte donde se recogían los paquetes y fui hacia allá, al llegar al mostrador note que un hombre de aspecto extraño esperaba información, el encargado le dijo que el numero de guía no existía, mire de reojo el numero que aparecía en la pantalla de la computadora y me asuste, creo que hombre no se dio cuenta de mi nerviosismo porque estaba muy concentrado en sus pensamientos, si … el numero 321 el hombre solicito al encargado que realizara una nuevo búsqueda en todo el sistema de la empresa de paquetería pero el resultado seguía siendo negativo así que se retiro molesto y salio del aeropuerto a toda prisa.

Obviamente espere a que se saliera completamente del edificio antes de preguntar al encargado por el numero que estaba seguro era el numero de guía “que inteligente Quetza” pensé repitió el numero tres veces para que nadie mas lo adivinara, pero que esta pasando porque tanto misterio y quien es ese hombre que buscaba el numero de guía 321, definitivamente algo grande pasaba no podía ser tanta la coincidencia y por lo visto había mas personas metidas en esto, y al parecer era tan importante que había gente en un país tan lejano como Egipto estaban enterados y participaban en caso.



Pregunte al empleado por el numero de guía 321321321 sonrío y me dijo “perdón señor pero acabo de realizar esa búsqueda y no existe, “no no no” Sr. Usted busco el 321 y yo le digo 321321321” si Sr. El hombre que estaba antes que usted pregunto por el numero repetido dos, tres, cuatro y hasta cinco veces, pero no existe ninguna de esas combinaciones, ni siquiera con los números invertidos.



Me quede pensando un momento, no podía ser otro numero, si no lo había mencionado el hombre de Egipto tenia que ser un numero bien conocido por Quetza, me llego como un flashazo, recordé que Quetza al igual que yo era aficionado a los juegos de números, muchas veces inventábamos problemas o códigos para comunicarnos entre nosotros y nos entreteníamos descifrándolos.



La clave del código debía estar en el mensaje del hombre de Egipto.” el numero que usted solicito repetido tres veces” que podía ser…” marcarlo en letras color plateado” la siguiente frase del mensaje debía ser parte de la clave, sino, que caso tenia marcarlas con letras plateadas, eso era demasiado para identificar un paquete y que contenía el paquete que hiciera enojar al tipo por no encontrarlo.



¿Que tiene que ver la plata con el numero 321 repetido tres veces?, seguramente la clave me debería ser familiar, estaba seguro que el mensaje no era para el Sr. Monroy sino para mi. ¿Que me recuerda la plata?......claro a mi hermana Argentina mi padre le puso el nombre por Argentus el nombre en latín de la plata. Mi padre era físico, químico y matemático así que escogió nombres de elementos para nosotros. Bueno pero ¿y el numero repetido tres veces?............. ¡ya esta 963! Ese debe ser el numero de guía 963 el resultado de multiplicar 321 por tres y además es la fecha de nacimiento de mi hermana Argentina septiembre de 1963.



Casi le grite el numero al encargado de la paquetería y en seguida lo busco en el sistema y allí estaba, el paquete esta a nombre de “A Quien proporcione el numero de guía”, eso quiere decir que el paquete seria entregado a la persona que supiera el numero de guía sin importar quien era, “una solicitud muy inusual” menciono el encargado.



Al fin saco de un cajón un paquete del tamaño de un directorio telefónico y del mismo grueso, en parte superior estaba marcado con el numero 963 en letras plateadas, después de firmar la hoja de entrega me entrego el paquete y continuo con su trabajo, yo me retire casi corrí al estacionamiento ya quería estar en mi auto para abrir el paquete y conocer de una buena ves a que se debía tanto misterio.



Al salir del aeropuerto vi al hombre que había preguntado por el paquete, estaba en el interior del auto con las placas terminadas en 321 y hablaba por celular, me acerqué un poco al auto y prendí un cigarro para hacer como si esperara a alguien y escuchar la conversación, pero no entendía nada, el hombre hablaba en un idioma desconocido para mi, ni una sola palabra pude identificar, pero si sabia por el tono de su vos que estaba muy molesto y gritaba lo que debían ser insultos a la persona al otro lado de la línea.



Termine mi cigarro y seguí caminando al auto lo hice de la forma mas inadvertida que pude, no quería llamar la atención del hombre en el auto.



Al llegar a mi coche decidí no abrir el paquete allí la presencia del hombre en el auto me ponía nervioso y no quería correr ningún riesgo, no sabia que pasaba pero estaba seguro de que la intención de Quetza con tanto misterio era para evitar que alguien mas pusiera sus manos en este paquete, eche a andar mi auto y Salí del aeropuerto, en el camino recordé que con tanta emoción había olvidado desayunar y ya eran las 2 de la tarde hora de la comida, así que busque el restaurante mas cercano para comer algo, además un sitio publico y elegido al azar seria el lugar indicado para abrir el paquete sin llamar la atención.

1 comentario:

Tim Burton dijo...

gracias por compartir esta novela, creo que es un poco obscura y gotica pero llama mi atencion